jueves, 18 de febrero de 2010
ANGEL ENFERMO (no te vayas que me apeno)
Pequeñas manos sintiendo dolor
Tienen la almohada condenada
Deben dormir por siempre
Y nos piden un último sudor
A fin de conseguir
Su última sonrisa
Lo único que esperan es que
Los abracemos
Pero que su sangre
No nos toque jamás
Entreguemos nuestras mañanas
Y dormirán abatidos por la tarde
Es seguro que danzaran mejor
Y con el cielo esperando
Pequeñas manos no deben ser olvidadas
De ser así sus latidos quedan desnudos y tristes
Demoran cada vez más
Cada lágrima que cae sobre sus pómulos enfermos
Es un ángel de cacería que arranca sus fuerzas
La sangre galopa por el mundo
Una palabra la detiene
Te abrazo delicadamente
No hay solución al problema
Miro tus ojos y pido perdón en silencio
Pequeños suspiros no pueden caer olvidados
No te vayas que me apeno.
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