miércoles, 14 de julio de 2010

AMÉRICA (todo un inmenso jardín lleno de mierda)


Don Daniel Equis pasea por las mañanas en su Tierra del Fuego
pensando que el huevón de Bush
es un desquiciado que ya quisiese tener
entre sus manos.
Otro viejito solitario duerme
abrazado con su gato en el Desierto de Atacama,
no tiene televisor ni radio,
solo estrellas en fuga a cada instante.
Los niños peruanos de Machu Picchu saltan entre fotógrafos
alocados vestidos de turistas con excéntricos colores,
son gringos gigantes y caricaturizan a los negritos,
los hacen parecer peores que monos.
Deben existir quinceañeros habitantes
en La Patagonia Argentina que escuchan a La Renga,
y a los Stones todos los días,
varias veces.
Las niñas crespas, mulatas, princesas blancas
de Mato Grosso que terminan prostituyéndose
por unos dólares en la Capital carioca.
Adictos de la Pampa húmeda
vacilan escalera al cielo,
y unas risueñas señoritas del Chaco
muestran las piernas a los turistas.
Puedes darte cuenta fácilmente Gringo,
América te abre las piernas,
pero no calla.
Es un alegato aburrido
que no pretende agravar los hechos,
que ya por si solos,
son bastante nefastos.
Salvo el travesti que asesinó a puñaladas
a un holandés que después de sacarle TODO EL ORO
del culo no quiso pagarle la cuenta en el barrio Suecia.
Todos los demás arrogansters de mierda-gringos
han estafado a nuestros pueblos,
uno por uno, sin que se les haya escapado siquiera uno,
se han culeado a nuestras chicas y después como si nada,
se van escabullendo con las manos sucias,
haciéndonos un eterno y monstruoso perro muerto.